Por tanto, es importante fortalecer el sistema inmunitario para evitar un desequilibrio del MISMO.
¿Qué significa esto?
El sistema inmunitario del cuerpo humano es una red compleja que, con ayuda de un sofisticado sistema de defensa, detiene la mayor parte de todas las infecciones o muchos otros ataques a nuestra salud. Una parte de este complejo mecanismo de defensa son los glóbulos blancos o leucocitos. Estos se producen prácticamente en todo el cuerpo y, en caso de infección o cualquier otro ataque a nuestra salud, son controlados por proteínas de información o neurotransmisores.
Un estilo de vida saludable, una dieta sana y equilibrada, el ejercicio físico y dormir lo suficiente son requisitos fundamentales para una buena defensa inmunitaria. Quien dispone de un buen sistema inmunitario tendrá un menor riesgo de sufrir un resfriado o una alergia. Sin embargo, una buena microcirculación también tiene un papel fundamental en el fortalecimiento del sistema inmunitario, es decir, la circulación en los vasos sanguíneos más pequeños o capilares, así como de la sección inmediatamente anterior o posterior a estos vasos . Una mejor circulación dentro del ámbito de la microcirculación ofrece mejores condiciones de trabajo para los glóbulos blancos. Estos glóbulos blancos asumen el papel de «policías de la sangre», protegiendo a el cuerpo, entre otras cosas, frente a las infecciones.
Además, tienen la función de hacer que las sustancias incompatibles con el organismo o patógenos, tales como virus, bacterias, células tumorales, toxinas, hongos, gusanos y partículas exógenas sean inofensivas. Así, una buena microcirculación es un factor decisivo no sólo para la salud en general, sino que también ayuda a los glóbulos blancos a llevar a cabo su tarea vital en el sistema inmunitario. Para fortalecer el sistema inmunitario pueden utilizar diferentes métodos. Algunos ejemplos son las duchas de contraste, los cuidados Kneipp o la sauna. Estas opciones tienen un efecto positivo sobre la regulación circulatoria, mejorando la irrigación de piel y órganos. Así se dispondrá de más células de defensa en las mucosas nasales y de la garganta, atacadas con mucha frecuencia por patógenos del resfriado. Sin embargo, para fortalecer el sistema inmunitario también puede ser útil la estimulación eficaz de la circulación por parte de estímulos físicos específicos. En este sentido, la terapia vascular física Bemer muestra un éxito considerable. La pieza central de esta terapia vascular es una estructura de señal multidimensional que estimula de manera eficaz la microcirculación limitada o deteriorada. Así, se proporciona una ayuda a los mecanismos de regulación más importantes del cuerpo humano en cuanto a la prevención y procesos de curación, recuperación y regeneración. Por medio de una serie de estudios científicos ha podido comprobarse que la terapia vascular física Bemer no sólo evita parte de las infecciones que causan un resfriado, sino que también puede contribuir a la mitigar muchas otras enfermedades. Esta terapia vascular también ayuda a mejorar la evolución de la enfermedad. Además, la terapia vascular física Bemer puede utilizar como tratamiento complementario. Un ejemplo de ello es, además de la reducción de la susceptibilidad a infecciones y el apoyo del sistema inmunitario, el aumento del rendimiento físico y mental.
La terapia vascular física Bemer también ha obtenido éxitos importantes en casos de dolor de espalda, trastornos del sueño, enfermedades por estrés y en la curación rápida de pequeñas lesiones. También puede conseguirse un aumento del rendimiento deportivo. Del mismo modo, en el marco de la prevención sanitaria, pueden prevenir la diabetes mellitus y los problemas de metabolismo. Además, la terapia puede tener un efecto positivo en el tratamiento médico de estas enfermedades. Un efecto útil para muchas personas de la aplicación de la terapia vascular física Bemer es que la ingesta de medicamentos puede reducirse al mínimo médicamente necesario. En caso de resfriado hay que recordar que está causado por virus, por lo que los antibióticos no ayudan. En cualquier caso, los fármacos no aceleran el curso de un resfriado sino que sólo alivian los síntomas. Siempre es mejor centrarse en el fortalecimiento del sistema inmunitario y no llegar a sufrir un resfriado. Y es precisamente aquí donde, además de los factores ya mencionados anteriormente, la terapia vascular física Bemer demuestra ser excelente.